Estás encerrado en ti y tus demonios te devoran poco a poco. Es imposible salvarte.
Me gusta ayudar a las personas a salir del oscuro vacío en el que se encuentran; pero tú estás a demasiada profundidad, intentando huir de la ayuda, cavando a lo más profundo para que nadie se preocupe en rescatarte.
Nadie te salva de ti mismo. Ni tú mismo sabes donde estás.
Creí en ti, no tuve más remedio que creer y quererte; pero eso terminó.
Todo cambió, ya no soy la niña que creías conocer; esta niña ya es demasiado grande para no darse cuenta del daño que causas.
En tu mirada se refleja el miedo, el dolor, la furia, el odio.
Tú has elegido ser quién eres, eso trae consecuencias.
No te pido que cambie, sino que desaparezcas.
Como una niña armada esperando que el monstruo aparezca |
No hay comentarios:
Publicar un comentario