26 de septiembre de 2012

Déjame rescatarte

No te hundas, no caigas en ese agujero llamado soledad, desolación y desesperación; no dejes que tu alma se vuelva oscura, deja que te rescaten.
Grita pidiendo auxilio, no sientas vergüenza. Déjame rescatarte.
No olvides que no estás solo, estás rodeado de gente que te quiere y que quiere ayudarte.
Ese frío que sientes es producto de tu imaginación, déjame llevarte a un sitio cálido.
Mírame a los ojos y dime que sientes; dime a que suena tu silencio.
Mi silencio suena a esperanza, a sueños cumplidos, a paz.
Intenta creer en mí, en ti, en los que te quieren; deja que te salven.
Si tienes miedo, si en una noche te sientes solo, aquí me tienes para acompañarte en tus noches y tus días; pero no olvides que quiero formar parte de tus alegrías y tristezas.
Llámalo amistad; ese sentimiento de compartir la vida, los miedos, la ilusión, el cariño, la fuerza, dejar que te ayuden, que te quieran, que te rescaten.

Mientras creas en mí, no debes sentirte solo, no lo estás; si cuentas conmigo, no te defraudaré.
Si piensas que vas a caer, grita sin miedo y yo te rescataré.
Si me necesitas, estaré.
Si te sientes solo, abrázame.

Déjame rescatarte de la tormenta



Temer a perderte me condena

Ni siquiera mi temor es la oscuridad, ni el frío.
Temo el frío en tu piel, en tu rostro que antes era cálido, cuando aún pueda sonreír. Me da miedo perderte, no poder verte más, me da miedo que un simple: "hasta luego" se convierta en el adiós más profundo y definitivo; ese es mi miedo.
Temo tu rechazo, temo el rencor en tu mirada, temo que me voy a hundir si alguna vez ocurre.
Ni siquiera temo mi muerte, pues algún día voy a morir, pero ni por asomo pienso que vas a morir antes que yo.

No quiero ver tus ojos cerrados para siempre; quiero verlos cada noche, y al despertar sonreír a tu lado abrazados por el frío del invierno, que mires por la ventana y rías al verme en el reflejo.
Quiero ver tu mirada todos los días de mi vida.


21 de septiembre de 2012

Prometerlo en un frío Invierno

Siempre estaré a tu lado, esas palabras se quedaron clavadas en mi alma. Nadie puede apartarme de ti desde que me lo prometiste.
Ni por un segundo pienses que te he abandonado, porque es una promesa que está escrita en el destino.
Aún recuerdo el olor que había en el ambiente cuando me las susurraste al oído.
Olor a invierno, a frío, a tierra mojada; ese olor que tanto me encanta.
A tu perfume, a tu desodorante, al olor de tu ropa.
A piel fría, a nariz roja, a orejas tapadas por los gorros.
A Navidad. A ilusión. A castañas.
A manzana caramelizada.
Noches oscuras, abrazando mi peluche; cerrando los ojos muy fuerte deseando que al abrirlos, fueras tú y me abrazaras. Que pusieras mi cabeza contra tu pecho para protegerme de las pesadillas que cada noche me desvelan.
Miedo a no ver la luz del día, miedo a no volver a verte.

Te quiero. Nadie más lo sabe. Solos tú y yo. ¿Qué más da? Lo más importante es como nos unió el destino y como continúa haciéndolo.



Realidad

Deseé una vida feliz, un cuento de princesa, pero la realidad es otra.
Ese castillo que soñaste lo tendrán otros, pero no tú.
Ese príncipe azul, es una persona con sus defectos, pero no va a caballo, no luchará con espada, aunque te protegerá, pero no de la forma en la que soñaste.
Esa bruja existe, está ahí, está en todas partes, incluso en ti, ese es tu peor demonio, tú mismo; el ser que más daño puede causar a alguien es uno mismo.
Cuando la burbuja en la que vives explota, es una gran caída, un precipicio al que no ves el fin; un dolor insoportable. 
La luz de la realidad te molesta; las miradas inquietantes atentas a cualquier error que cometas, más aún.
El aire es espeso y sientes que te ahogas, esa es la realidad.
Un mundo oscuro, un sitio en el que tú buscas tu momentos felices, tú eliges si seguir sufriendo o reír.
Tus decisiones escriben tu destino, o quizás esté escrito; ¿quién sabe?



2 de septiembre de 2012

Un reflejo disperso en un espejo roto

Mirada rota, rota de dolor.
Recuerdos borrosos.
Una memoria que falla.
No hay historia sin memoria.
Odio seguir echándote de menos. Te odio.
Odio tu recuerdo en mi alma.
Odio mirar tu espejo. Odio que te hayas marchado.
Te odio. Te amo.
Unas últimas palabras ante un espejo que yo misma rompí por el miedo a recordarte.
Allí me quedé sin nada que decir, sin poder pensar.
Pensamientos que en mi cabeza no logran tener sentido.
Grito. Lloro.
Sólo puedo gritar. En aquel espejo quedó mi mirada antes de que todo se volviera oscuro.
Oscuro para siempre.




Coloca una torre para tus deseos

Esa sensación de amar sin conocer, de sentir a tu mitad, tener ganas de abrazarla y besarle sin ni siquiera saber quién es.
Sufrir sin saber por qué.
Sufrir porque esa persona está mal y sentirse impotente por no poder ayudarla.
Querer sin saber.
Todos queremos a alguien de una forma especial, algunos tienen la suerte de conocer a esa persona tan importante, mientras otros buscamos incesantes hasta encontrarlo.
Por desgracia muchas veces nos quedamos quietos esperando a que nos encuentren a nosotros y desistimos en la búsqueda sin pararnos a pensar que puede que no nos encuentren y finalmente quedarnos solos.


Deseo una vida feliz

He aquí un simple blog, otro de los muchos que hay. Que envuelve mis pensamientos, emociones, vivencias. Todo recogido en una pequeña página, perdido en un mundo tan grande. Perdido como una lágrima en la arena, por ello, quien encuentre este pedacito de mis recuerdos, la disfrute ;)

Sigue a mi lado...