Grita pidiendo auxilio, no sientas vergüenza. Déjame rescatarte.
No olvides que no estás solo, estás rodeado de gente que te quiere y que quiere ayudarte.
Ese frío que sientes es producto de tu imaginación, déjame llevarte a un sitio cálido.
Mírame a los ojos y dime que sientes; dime a que suena tu silencio.
Mi silencio suena a esperanza, a sueños cumplidos, a paz.
Intenta creer en mí, en ti, en los que te quieren; deja que te salven.
Si tienes miedo, si en una noche te sientes solo, aquí me tienes para acompañarte en tus noches y tus días; pero no olvides que quiero formar parte de tus alegrías y tristezas.
Llámalo amistad; ese sentimiento de compartir la vida, los miedos, la ilusión, el cariño, la fuerza, dejar que te ayuden, que te quieran, que te rescaten.
Mientras creas en mí, no debes sentirte solo, no lo estás; si cuentas conmigo, no te defraudaré.
Si piensas que vas a caer, grita sin miedo y yo te rescataré.
Si me necesitas, estaré.
Si te sientes solo, abrázame.
Déjame rescatarte de la tormenta |
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