Aquel día mis ojos se mancharon de sangre, desde entonces, todo cambió.
No hay un día que cierre los ojos y recuerde que debería haber esperado, cada noche la misma pesadilla.
Aun recuerdo su grito. Pienso en como cambió nuestra vida desde aquella tarde de primavera.
Todo fue tan rápido, aún no me lo creo.
Por un momento pensé que todo era una broma, que no me podía estar pasando.
Aquel día me di cuenta de que mi vida perdió el rumbo.
Tenía a mi lado a las dos personas que más amaba.
Pero cuando me enteré de esto, pensé en todo lo que nos quedaba por vivir.
Solo por cinco minutos podría haber tenido una solución.
Moriré, eso está asegurado. Podría haber retrasado mi muerte, pero no quiero.
No quiero estar encerrada, quiero vivir lo que me quede.
Quiero estar con las personas que quiero, que necesito.
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