Hay un lugar.

Sentirme como una niña sin preocupaciones.

Quiero perderme en un mundo donde nadie me conozca, donde nadie sepa lo que he hecho.
Quiero sentirme protegida, sin temer a esa oscuridad que cada día me acecha. 
A un lugar distinto a este. No quiero vivir aquí, no quiero compartir este lugar con gente tan egoísta, falsa. Ni sentirme tan sola cuando estoy rodeada de gente.
Dejar de sentir esta opresión en el pecho. Este fuego que me quema la garganta al respirar. Ese dolor que hace que me tiemblen las piernas, pero antes de eso, quiero saber por qué me pasa.

No quiero sentirme como un títere del destino, ni como una muñeca de porcelana al borde de un estante muy alto a punto de caer. No quiero estar intranquila, quiero que todo salga bien, aunque eso es imposible, ¿no? Pero quiero intentarlo. Intentándolo no pierdo nada. Pero temo perderme yo misma.