4 de enero de 2014

Sin avisar

Apareciste tú, como un ángel caído, arrastrándome a un lugar desconocido.

No te culpo; puesto que fui yo quien no opuso resistencia a esas delicadas flechas que me lanzó aquel ser inocente que tanto daño puede causar. Fui yo quien no pensó, fui yo quien se dejó llevar. Aún así, de nada me arrepiento.

Eres ese ser angelicalmente rudo que con una mirada desnuda mis intenciones, que con una palabra me hace sentir lo inimaginable, que con una caricia me lleva donde quiere.

Siento que un caparazón me tenía envuelta, tapando mi boca, acallando mis sentidos, dejándome aislada sin poder expresarme. Pero esa envoltura desapareció, aquí te muestro lo que soy, lo que siento, lo que quiero. A ti.

Y fuiste tú sin avisar quien me ayudó, fuiste tú sin avisar quien me cuidó, fuiste tú sin avisar quien me protegió.

Con esta mirada que sólo tú entiendes, te quiero.




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He aquí un simple blog, otro de los muchos que hay. Que envuelve mis pensamientos, emociones, vivencias. Todo recogido en una pequeña página, perdido en un mundo tan grande. Perdido como una lágrima en la arena, por ello, quien encuentre este pedacito de mis recuerdos, la disfrute ;)

Sigue a mi lado...